La Unión Europea endurecerá a partir de 2020 las normas sobre homologación de vehículos y control de emisiones con el fin de evitar nuevos fraudes como el de Volkswagen desvelado en 2015.

Según se acaba de aprobar, tal y como publica Europa Press las nuevas normas quieren evitar “conflictos de intereses” tanto de las entidades encargadas de los controles como de los organismos de supervisión del mercado.

El objetivo es que cada país deberá realizar un numero mínimo de inspecciones por año, por ejemplo 1 por cada 40.000 vehículos de unidades matriculadas en ese mismo país en el año anterior. De estos controles al menos un 20% deberá evaluar el nivel de emisiones contaminantes.

Esta nueva normativa plantea que los vehículos mantengan un nivel de emisiones uniforme durante toda su vida útil.

Con ello tanto los países como la propia Comisión tendrán posibilidad de realizar controles aleatorios para detectar posibles incumplimientos.

Si se aprueba esta nueva normativa desde Bruselas podrán efectuar controles e inspecciones por su parte para verificar el cumplimiento de la legislación, ordenar la retirada de algún modelo si fuese necesario a imponer sanciones de hasta 30.000 euros a los fabricantes por cada vehículo que no cumpla las reglas.

Otro aspecto que se plantea es que los vehículos mantengan un nivel de emisiones uniforma durante toda su vida útil y los talleres independientes tendrán que tener acceso a toda la información necesaria sobre los vehículos para poder competir en igualdad con los fabricantes.