A grandes males, grandes remedios y en este caso, también novedosos porque con el objetivo de reducir nada menos que a la mitad el número de accidentes en la ciudad de Gijón, este Ayuntamiento ha aprobado un plan de movilidad que incluye una serie de marcas viales para reducir la velocidad.

Nos referimos a los llamados ‘dientes de dragón’, pero también a otros efectos ópticos estudiados para que levantemos el pie del acelerador. Estas marcas triangulares situadas en los extremos de un determinado carril, generan en el conductor la percepción de un estrechamiento de la calzada lo que inconscientemente nos invita a aminorar la marcha.

Por supuesto, su implantación no es nueva y es que en países como el Reino Unido son bastante empleados a la entrada de las poblaciones y además, diversos estudios sostienen su eficacia. La intención del consistorio no es otra que introducir estas marcas viales en zonas con centros educativos, de salud o de mayores mientras que en otros puntos, se propone "cambiar la alineación de los viarios de forma artificial", reduciendo la longitud de los tramos rectos e introduciendo trazados en zigzag, tal y como explica El Comercio.

En 2016, los últimos datos que maneja el Ayuntamiento, sólo en Gijón se registraron 957 accidentes, con dos muertos, 33 heridos graves y 489 heridos leves. El objetivo del consistorio pasa por reducir al 50% el número de siniestros en 2024 evitando así que haya fallecidos o heridos graves por accidentes de tráfico en esta localidad.