Sin duda se trata de uno de los problemas más habituales de la conducción invernal: el vaho que aparece en las ventanillas y que complica mucho la visibilidad. Desde ‘Elige Calidad, Elige Confianza’ nos dan una serie de consejos para evitar este problema que se acrecienta con la lluvia y el menor número de horas de luz al día, factores que primero se nos vienen a la memoria cuando hablamos de visibilidad en el vehículo durante los meses de otoño e invierno.

Estos consejos son dejar el coche el ralentí, utilizar el aire acondicionado caliente, mantener la temperatura una vez en marcha y llevar a cabo un correcto mantenimiento de los filtros. Asimismo
es fundamental revisar las escobillas y el sistema de iluminación (lámparas y focos). Sin embargo, hay otro aspecto determinante que condiciona nuestra visibilidad durante la conducción, independientemente de la lluvia o de la hora del día: el empañamiento de las lunas.

El vaho se crea cuando la humedad del habitáculo se enfría de golpe y se condensa en los cristales.

Pero, ¿a qué es debido y cómo podemos evitarlo para que no afecte a nuestra seguridad? La causa de este fenómeno es la diferencia de temperatura entre el exterior y el interior del vehículo. El vaho se crea cuando la humedad del habitáculo se enfría de golpe y se condensa en los cristales. En algunos casos, el frío es tan intenso que se empañan hasta los retrovisores, poniendo en riesgo la seguridad vial.

Así, desde esta web recomiendan seguir los siguientes pasos para desempañar el parabrisas y las ventanillas del vehículo.

1.- Antes de salir, deja el coche al ralentí
Un buen método para evitar el vaho en los cristales es arrancar el coche y dejarlo unos minutos al ralentí. De este modo, el motor se calentará y la temperatura del habitáculo del vehículo será la adecuada para desempañar los cristales. Además, hasta que el aceite no aumente su temperatura, el aire acondicionado no saldrá caliente, lo que impediría poner en marcha el siguiente consejo.

2.- Aire acondicionado caliente
La solución más directa y eficiente es poner el aire acondicionado caliente a la máxima potencia –sí, mezclado con la calefacción– dirigido a las lunas. De este modo, se evaporará el agua que se acumula en los cristales. Muchos coches tienen una función en la que se orienta el aire acondicionado directamente al parabrisas del coche. Respecto a los retrovisores, en los coches más modernos existe una función que los calienta.

3.- Ya en marcha, mantén una temperatura constante
Una vez hemos conseguido desempañar las lunas, debemos mantener una temperatura constante en el vehículo. Es muy fácil que vuelva a aparecer la humedad y que empañe de nuevo los cristales. Para impedirlo, con mantener una temperatura de 18 grados o algo superior en el habitáculo bastará. Además, cuantos más grados se exijan al aire acondicionado, más combustible consumirá el vehículo.

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4.- Haz un correcto mantenimiento de los filtros de habitáculo y sistema de aire acondicionado
También durante los meses invernales debemos preocuparnos de realizar un correcto mantenimiento del aire acondicionado y de los filtros de habitáculo. Comprobar el estado del filtro y conservarlo en buen estado ayuda a que el aire del exterior entre limpio.

Un buen mantenimiento del sistema del aire acondicionado ayudará a desempañar las ventanillas con más efectividad. Si se percibe un olor extraño de las salidas del aire, puede que haya que revisarlo. Fugas, bajos niveles de refrigerante, obstrucciones… son muchas las causas que pueden generar un fallo en el sistema y una notable pérdida de visibilidad durante la conducción.