La industria del automóvil cambiará más en los próximos 5 años que en medio siglo anterior así lo afirman diferentes organismos y empresas del motor. El consenso en este sendido es unánime y ahora el reto es saber como será este sector en los próximos años. Esto es lo que ha tratado de vaticinar la consultora Oliver Wyman, que ha realizado un informe al que ha tenido acceso ABC.

Así, según este informe, la llamada nueva movilidad alcanzará el 20% del total en 2040 y esto supondrá que la cuota de automóviles en propiedad se reducirá hasta alcanzar poco más de la mitad, en concreto un 55%.

Sin embargo, aunque esto pueda traducirse en una perdida de ingreso para las marcas, según este informe no será así, dado que este nuevo sector generará dentro de 20 años unos ingresos de 233.000 millones y unos beneficios de 86.000. Se abriría así un nuevo nicho de mercado.

De hecho algunas marcas como Porsche ya están tanteando este nuevo negocio. En Atlanta, Estados Unidos, la marca permite pagar una cuota fija mensual –unos 3.000 dólares– que ofrece al cliente alternar entre los diferentes modelos de la marca, con el mantenimiento incluido. Puede elegir un 911 para disfrutar de todo un deportivo, o una opción más práctica para viajar como un Panamera.

En torno a 2025 y 2030 se producirá el despegue del coche autónomo.

Este informe de Oliver Wyman también hace referencia al coche autónomo. Se prevé su despegue en torno a los años 2025 y 2030 dado el interés que ya han mostrado los fabricantes. Además, se utilizará mucho más que los actuales, que de media sólo funcionan un 4% de su vida útil según afirma Tony Seba, economista de la Universidad de Stanford.

Esta utilización masiva se deberá a un ahorro de costes dado que a partir de 2030 circular en este tipo de vehículos será entre 4 y 10 veces más barato. Este profesor se atreve incluso a dar una cifra concreta: 5.000 euros al año para una familia media estadounidense.

Otro informe desarrollado por el Instituto Tecnológico de Karlsuhe y Audi señala que si el 100% de los coches urbanos fuese autónomo, el tiempo de los desplazamientos bajaría en un 25% y el que se pierde en atascos se reduciría en un 25%.