El objetivo final de todos los fabricantes que están pujando fuertemente por la tecnología de conducción autónoma es llegar al máximo nivel existente, es decir, aquel que permita al vehículo tomar decisiones por sí mismo sin la ayuda o atención del conductor. Sin embargo, hasta que eso ocurra, la persona al volante siempre debe poner los cinco sentidos en la carretera.

Tesla aún no ha conseguido ese nivel 5 del que hablamos, aunque va por buen camino y ofrece una gran cantidad de asistentes a la conducción que facilitan las labores del conductor, entre los que destaca el Autopilot. Este sistema permite circular de forma autónoma en determinadas circunstancias, requiriendo la atención del piloto para tomar las decisiones más importantes.

Desafortunadamente, los protagonistas del siguiente documento, el conductor de un Model S y su pasajero, confían demasiado en el sistema de piloto automático del coche que, a pesar de su nombre, no posee autonomía de nivel 5 y requiere la atención de una persona al volante, como Tesla ha destacado en varias ocasiones.

Aun así, el sistema advirtió al conductor de un objeto justo delante, aunque no de manera muy insistente, pero este no reaccionó. Esto dio lugar a que el modelo californiano impactara fuertemente contra la parte trasera de un SUV Nissan de color blanco que estaba estacionado unos metros más adelante. El Tesla circulaba a unos 73 km/h cuando se produjo la colisión. La única que parece darse cuenta de lo que iba a suceder fue la acompañante, pero lo hizo demasiado tarde para hacer algo al respecto.

Afortunadamente, el incidente no fue a mayores y los dos ocupantes del Model S pudieron salir por su propio pie. Esperemos que la próxima vez no ignore las advertencias de su coche. Te dejamos con el vídeo.

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Borja Díaz

Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta