Es de sobra conocida la experiencia de la marca de juguetes Lego creando réplicas de algunos de los coches más famosos del mundo. Algunos a tamaño real, con cientos de miles de piezas y otros algo más modestos, pero igualmente irresistibles para los coleccionistas, con todo lujo de detalles.
En este último caso entra nuestro protagonista, un coche de película y con muchas sorpresas en su interior. Se trata del mítico Aston Martin DB5 de James Bond, conducido por Sean Connery en la película Goldfinger.
Y como decimos no le falta ni un solo detalle porque el coupé británico, cumpuesto por 1.295 piezas (con su detalladísimo motor de 6 cilindros incluido), viene equipado con todos los artilugios creados por el indispensable Q. Desde las ametralladoras escondidas bajo los faros hasta, por supuesto, un asiento eyectable totalmente funcional, que sale despedido hacia arriba al accionar un mecanismo situado en el paragolpes trasero que desliza el techo hacia atrás.
Todo sin olvidar otros "juguetes" como un ordenador de abordo, un portamatrículas rotatorio, una pantalla antibalas trasera o unas llantas multirradio capaces de desplegar unos acuchilladores de neumáticos que nos ayudarán en nuestras persecuciones.
Un coche además de generosas dimensiones, mide más de 10 cm de altura, 34 cm de longitud y 12 cm de ancho, y al que no le faltan, claro está, las insignias de la casa de Gaydon. Este Aston Martin DB5 de 007 forma parte de la gama Creator Expert y llegará en Agosto con un precio de 150 euros.
Especializado en el mundo del motor, la competición y la tecnología, Antonio Ramos Ochoa es redactor de Car and Driver. Se comenta que antes de bajarse del carro ya iba diciendo el nombre de los coches que iba viendo por la calle. Unos cuantos años después sigue hablando de una de sus pasiones aquí. Aficionado al Motorsport, el cine, videojuegos y la historia, incluso se desfoga de vez en cuando al volante de un kart o un simulador.
