En el año 1980 los hermanos Prevot fundaron en Francia su propia marca de coches denominada PGO Automobiles y destinada inicialmente a la creación de réplicas de algunos de los deportivos clásicos más deseados del momento, tales como el AC Cobra o el Porsche 356 Speedster. Poco a poco su negocio fue creciendo en nuestro continente y a principios de 2000 anunciaron el lanzamiento de su primer modelo, un PGO Spedster dispuesto sobre un chasis tubular y provisto de mecánica Peugeot.
Desde entonces y hasta nuestros días, PGO ha atravesado varios periodos de dificultades económicas pero hasta hoy siempre había encontrado inversores por el camino aunque algunos fueran tan exóticos como ‘Al Sayer International Group’ procedente de los Emiratos Árabes Unidos.
Bajo la tutela de éstos lanzaron una completa gama de modelos, los PGO Hemerá, Cévenes y Speedster II que en Car and Driver España tuvimos la ocasión de conducir hace unos años. Hoy, nos hemos enterado de que nunca más tendremos la posibilidad de hacerlo porque PGO desaparece definitivamente.
El día 30 de septiembre se cerraba el plazo para rescatar al pequeño fabricante de Gard y esta vez no dieron con ningún inversor dispuesto a rescatarlo como había sucedido anteriormente.
Sus últimos modelos mantenían el chasis tubular, una carrocería de fibra con un estilo que seguía recordando poderosamente al Porsche 356 y un motor 2.0 atmosférico de gasolina con 140 caballos de potencia y origen PSA. Eran máquinas se sensaciones directas, con unos acabados básicos y una estabilidad lineal comprometida, pero que ofrecían un buen nivel de prestaciones y sobre todo un plus de originalidad y diversión al volante respecto a los deportivos modernos. Seguramente, no caerán fácilmente en el olvido.
Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.
