A finales del pasado mes de agosto, la firma alemana Volkswagen nos presentaba a un nuevo miembro de su familia SUV llamado T-Roc y que se postura como el modelo de acceso a este tipo de vehículos debido a sus dimensiones reducidas.
Aprovechando el Salón de Frankfurt celebrado durante estos días, hemos podido conocer una nueva variante del SUV compacto que le otorga un extra de deportividad y alegría. Se trata de la versión R-Line, la cual modifica de manera sutil el apartado estético de este vehículo.
Si nos fijamos en su exterior encontraremos un nuevo paragolpes delantero en el mismo color de la carrocería, en lugar del tono negro del modelo estándar, acompañado de una nueva parrilla inferior completamente distinta para esta versión. En la parte trasera aparecen unas ópticas oscurecidas LED y un difusor deportivo, que le aportan una nueva personalidad al pequeño SUV. Los cambios terminan con las nuevas llantas de 18 y 19 pulgadas de diámetro, sin olvidarnos de los habituales logotipos R-Line situados en la parrilla delantera, lateral y portón trasero.
Para adornar un poco más el interior, esta versión añade un volante deportivo de cuero, asientos en doble tono, alfombrillas específicas, pedales de acero inoxidable y otros detalles en cuero.
En cuanto a la gama de propulsores, esta se compone de mecánicas gasolina y diésel con potencias idénticas de 115, 150 y 190 caballos de potencia. Si hablamos de los primeros encontramos los habituales TSI de 1.0, 1.5 y 2.0 litros respectivamente. El diésel por su parte cuenta con los conocidos 1.6 TDI y 2.0 TDI.
Dependiendo del motor seleccionado podremos optar por una caja de cambios automática de siete relaciones (DSG) o una manual de seis. La potencia se transmite a las ruedas delanteras en las versiones de acceso, reservando el sistema de tracción total de manera opcional para el resto.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta
