El CES de Las Vegas está dando mucho que hablar este año. Las principales marcas de automóviles han presentado numerosas novedades que pretenden revolucionar el sector en los próximos años. Volkswagen no ha querido ser menos, y ha elegido la cita norteamericana para presentar una versión muy especial de su exitoso compacto. Se trata del Golf R Touch, un prototipo dotado –según la marca– con los controles del mañana.

Equipado con control por gestos, incorpora también una pantalla de infoentretenimiento que reconoce un movimiento de la mano, permitiendo la interactuación del hombre y la máquina como una sola entidad. Este sistema forma parte de la estrategia con la que Volskwagen pretende extender el concepto de control intuitivo más allá de la pantalla táctil y llegar a la tercera dimensión.

El objetivo de la firma alemana pasa por organizar el funcionamiento de los dispositivos de infoentretenimiento de forma más clara y fácil de entender, sin dejar de proyectar una alta calidad de imagen al mismo tiempo. Con esta idea el equipo de desarrollo ha creado el Golf R Touch, un vehículo en el cual prácticamente todos los controles están implementados a través de pantallas y paneles táctiles, configurando así una cabina prácticamente sin botones.

Tres enormes pantallas para no perder detalle

El Golf R Touch equipa tres pantallas de grandes dimensiones: una táctil de 12,8 pulgadas del sistema de infoentretenimiento, un centro de control para el vehículo que sirve para manejar el control de temperatura y las funciones de los medios, y una pantalla de información activa en formato de 12,3 pulgadas. Además de las pantallas, destacan los nuevos controles. Por ejemplo, al acercar la mano al módulo del techo, muestra un símbolo en la pantalla, cuando el usuario toca su superficie, un menú se muestra simultáneamente en una de las pantallas con diversos ajustes tales como abrir o cerrar el techo solar. De esta forma, se pueden controlar multitud de parámetros del vehículo mediante gestos.

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El mencionado control por gestos se complementa en todo momento con las pantallas táctiles, siendo la del sistema de infoentretenimiento el punto central del habitáculo. El control 3D de los gestos en el espacio es posible gracias a una cámara 3D montada en el módulo de techo. Los controles se seleccionan usando el dedo índice -moviéndolo en el aire-, la función es confirmada por un empujón de un botón virtual con el dedo índice y la entrada de un gesto se finaliza cerrando los dedos de la mano. La densidad de información se controla de forma inteligente con sensores de proximidad; además, el innovador control de gestos se utiliza para activar y operar otros niveles del menú a la alta velocidad.

La propia pantalla se puede personalizar ampliamente de manera similar a los smartphone, así como los instrumentos, ya que todos los indicadores se general digitalmente. La iluminación ambiental del habitáculo también puede configurarse de varias maneras. Una de las opciones permite que el interior del Golf R Touch cobre vida cuando el coche se abre, entrando en modo de espera cuando esté aparcado.

Otra de las soluciones que destacan son los“bass shakers”, integrados en los asientos delanteros. Este sistema permite al conductor y a su copiloto experimentar la música del sistema de sonido con mayor intensidad, tanto a nivel físico como de percepción auditiva.

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En la parte técnica, el Golf R Touch está equipado con el motor de 292 caballos de potencia del nuevo Golf R en Estados Unidos, aunque su equipamiento tecnológico podría ser incorporado en cualquier Golf. En esta ocasión el coche ha sido configurado de forma dinámica en consecuencia a este bloque, incluyendo una función especial de “puesta en escena de competición”. Esta función se activa a través de una de las pantallas táctiles, y simula una amplia variedad de parámetros, creando una especie de prueba de conducción en parado. El sonido del motor se reproduce a través de los altavoces del sistema durante la aceleración, las imágenes de la unidad se proyectan en la pantalla táctil, todos los datos relevantes del vehículo se muestran en la pantalla de información activa, el coche aumenta las vibraciones del chasis a través de los actuadores de los asientos y, finalmente, la iluminación se modifica en el interior. La puesta en escena de competición ilustra cómo ahora se pueden personalizar y simular electrónicamente más parámetros que nunca.