Una de las marcas con mayor tradición ‘todoterrenera’ del mercado no podía desaprovechar el auge los SUV que vivimos hoy día. Desde luego, el Urban Cruiser no es el primer todocamino con vocación urbana en llegar al mercado. Entre sus rivales actuales el Nissan Qashqai se lleva la palma. Fue presentado en 2006 y se ha consolidado como un modelo de éxito reconocido gracias a que ofrece un valor añadido como crossover por un precio de venta tan competitivo como el de cualquier turismo compacto. La intención de este Toyota es trasladar estas ventajas a un segmento inferior, algo que le impide ser el único coche de la casa y le resta cierta polivalencia, pero que también lo hace mucho más práctico y manejable en ciudad.


Conducción 14/20

Poderío. Esta es la sensación que transmite el Urban Cruiser desde el primer momento. Nos acoplamos en su elevado asiento y ponemos en marcha el 1.4 D-4D de 90 caballos. Entonces, descubrimos una privilegiada visibilidad del tráfico, que unida a la enérgica respuesta a medio régimen del propulsor, al tamaño contenido de la carrocería y sobre todo a su tacto de dirección -muy directo y preciso- nos permiten manejarnos entre el tráfico con mayor soltura que en cualquier utilitario convencional. Además, la postura de conducción resulta cómoda y el acceso a las plazas especialmente fácil, tanto delante como detrás.

Por su habitabilidad general recuerda bastante a los Citroën C3 Picaso o Kia Soul (ver comparativa), modelos derivados de los Kia Rio y C3, respectivamente. Sin embargo, a diferencia de ambos, el Urban Cruiser nos sorprende en carretera. A pesar de que su plataforma mecánica también ha sido desarrollada a partir del Yaris, resulta bastante superior dinámicamente.

El ensanchamiento de las vías, especialmente de la trasera, que gana 30 milímetros, y el empleo de la tracción integral dan como resultado un coche bastante ágil y seguro en carretera. En los apoyos más fuertes la carrocería presenta una tendencia natural al balanceo que no compromete en ningún momento la trayectoria fijada por la dirección aunque sí nos invita a reducir el ritmo. En las situaciones más delicadas el control de estabilidad -de serie en toda la gama- así como el efecto del 4x4, nos sacan de cualquier apuro, a menos que la velocidad del paso por curva sea desmesurada.

En este sentido, nos ha parecido un coche más agradable y eficaz que el Yaris, aunque en el plano negativo hay que destacar que ofrece un diámetro de giro entre bordillos mayor -11 metros- y el gasto de combustible es más elevado, tanto por su compleja aerodinámica como por el mayor peso, motivado en buena parte por la tracción integral.

Por último, su escasa altura libre con respecto al suelo, 140 milímetros, lo incapacita como todoterreno puesto que en las zonas más complejas es fácil quedarse entrampado. Sin embargo, es un coche ideal para circular a diario en zonas con escasa adherencia: asfalto con nieve, agua o pistas de tierra en buen estado.


Mecánica

El Urban Cruisser sólo está disponible hasta el momento con un motor de gasolina de 1.33 litros y 101 caballos de potencia y con el 1.4 D-4D que hemos probado. Nos parece el más interesante tanto por rendimiento como por consumo. Lo normal es gastar una media de 6 litros cada 100 kilómetros a un ritmo medio y mezclando tramos urbanos y de carretera. A cambio, ofrece una aceleración buena desde parado y tiene una gran capacidad de respuesta en recuperaciones 80-120 km/h. Además su funcionamiento es suave y bastante silencioso. El principal problema es su respuesta por debajo de las 1.500 vueltas, bastante limitada aunque este defecto ya es algo generalizado en los motores de este tipo. Por lo menos no se cala con excesiva facilidad.

En el Urban Curiser el 1.4 D-4D va asociado a un cambio manual de seis velocidades, a diferencia de la mayoría de sus rivales que se conforman con el de cinco. La palanca del cambio se maneja muy bien porque queda muy a mano –es muy larga- y porque sus recorridos son bastante cortos. Además, los desarrollos también están bien ajustados, con una sexta y una quinta velocidad bastante largas con las que podemos mantener cruceros entre 140 y 150 km/h sin que el motor suba más allá 2.500 vueltas, lo que supone toda una ventaja de cara a la durabilidad de la mecánica, el consumo y el confort a bordo.


Confort 11/20

En el interior destaca más por la originalidad de su diseño que por la calidad general o el espacio disponible. Por ejemplo, incorpora un único reloj que asocia el velocímetro al cuenta revoluciones (ver imagen), volante con mandos integrados, consola central de aspecto metálico o una pantalla multifunción (950 euros) que, en conjunto, le otorgan un aire muy tecnológico. En sentido práctico también se agradecen los numerosos huecos útiles, bien repartidos por el habitáculo, así como una dotación de equipamiento más que correcta.

De serie incluye llantas de 16 pulgadas, equipo de música con radio CD MP3, seis altavoces, Bluetooth y entrada auxiliar (de tipo mini-jack), climatizador, control de estabilidad, frenos ABS con repartidor de frenada o indicador para cambiar de marcha de forma eficiente. Sin embargo, no puede llevar faros de xenón, control de velocidad crucero o encendido automático de luces y/o limpiaparabrisas.

En cuanto al espacio, en la parte delantera es más que suficiente, pero en la trasera encontramos una altura y anchura bastante reducidas para que tres adultos viajen sin problemas. Quienes superen el 1,80 de estatura tocarán en el techo y para viajar holgados lo mejor es ir sólo dos. Eso sí, los asientos son suficientemente cómodos, el acceso es muy bueno y el maletero tiene una capacidad normal para su tamaño: 305 litros.


Valor de compra 9/20

Después de todo, el Urban Cruisser me parece una opción recomendable por su buena estabilidad lineal y su gran agilidad para moverse entre el tráfico. Sin embargo, teniendo en cuenta su tamaño y su relación precio/equipamiento, sólo amortizarán los 19.900 euros que cuesta, quienes vivan en zonas de acceso complicado o en ciudades en las que las condiciones meteorológicas puedan ser adversas. La gran motricidad que le otorga su tracción 4x4 asociada a un motor tan eficaz como el 1.4 D-4D de 90 caballos, son sus mejores bazas.

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Jose Carlos Luque

Experto y apasionado del motor y la comunicación en todas sus formas, recalé en Car and Driver a finales de 2007 y desde 2016 dirijo este site. Periodista de vocación y formación, conservo buenos contactos en el sector y trato de que la información que leas aquí sea la más inmediata, completa y veraz. Pero también realizo pruebas, comparativas, noticias, entrevistas... y en mis ratos 'libres' crío a tres niños pequeños que –con diferencia– es el trabajo más duro de todos los que he hecho jamás.