Era uno de los supercars más esperados del momento y no ha decepcionado en absoluto el día de su debut oficial. Eso sí, todavía estamos ante un modelo conceptual y por ello no se llama Mercedes-AMG GT4, sino GT Concept simplemente pero no hay duda de que estamos ante el superdeportivo de cuatro puertas y cuatro plazas firmado por la marca de la estrella que todos estábamos esperando.
Pensado para competir con modelos como el Porsche Panamera, el Aston Martin Rapide o el Ferrari GTC4Lusso, el deportivo de Mercedes promete ser bastante más agresivo que los primeros y a la vez, más práctico que el segundo gracias a una carrocería claramente más larga que la del AMG GT actual, que conserva algunos elementos en común como el característico morro alargado y su recogida trasera, pero que da cabida a dos grandes asientos posteriores y presume de un ADN estético propio.
Su carrocería incluye numerosos elementos en fibra de carbono, unas cámara de visión trasera que reemplazan a los retrovisores y una parrilla delantera móvil denominada Airpanel, que sólo se abre cuando es necesario refrigerar el motor de gasolina. Además, el amplio techo panorámico, las grandes llantas de aleación o los frenos carbo-cerámicos, también son elementos llamativos.
Pero como no podía ser de otra forma hablando de la división deportiva de Mercedes, en el plano mecánico las novedades son incluso más importantes. El V8 biturbo de 4.0 litros heredado del biplaza de idéntico nombre se asocia a otro bloque eléctrico para ofrecer una potencia de hasta 805 caballos y tracción total. Mientras el motor de gasolina, ubicado en posición delantera mueve las ruedas de este eje, el trasero –de cero emisiones– hace lo propio con las posteriores.
La electrónica cuenta con una función que modifica el par motor que recae sobre cada una de las ruedas en función de las necesidades, para transmitir la potencia de la forma más efectiva posible en las zonas viradas. Aunque sin duda, el elemento estrella es un sistema de recuperación de energía importado directamente de la Fórmula 1, que permite recargar la batería de forma notable en las frenadas y deceleraciones.;
De la misma manera, el conductor puede elegir entre tres modos de conducción: uno de cero emisiones, otro que emplea sólo el motor de gasolina para ahorrar batería y el tercero que asocia ambos propulsores para extraer todo el rendimiento de ambas mecánicas.
Mercedes celebra el 50 aniversario de AMG con este prototipo que adelanta los rasgos del que será el tercer deportivo de la familia Mercedes-AMG tras los SLS y GT actuales; un supercar de cuatro puertas y cuatro plazas que como éstos, será íntegramente fabricado en Affalterbach.
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