El Salón de Los Ángeles ha servido para conocer el último modelo en llegar a la familia Lincoln. Su nombre es Nautilus y se posiciona como un SUV de medio tamaño que sustituye directamente al MKX y que se suma a una gama formada por el MKC, Continental, Navigator y MKZ.
En su exterior lo que más llama la atención es su robusta presencia liderada por una parrilla frontal cromada de grandes dimensiones. El estilo del coche mantiene unas líneas puras con una estética armoniosa y una aerodinámica eficiente. Además, ofrece una amplia gama de llantas de nuevo diseño que permitirán reflejar distintos estilos en el coche.
El interior ha sido concebido para garantizar la comodidad y ofrecer un espacio amplio y moderno. La paz y la tranquilidad estarán garantizadas gracias a unos cristales laterales acústicos que reducen el molesto ruido del viento en el interior y a soluciones avanzadas que evitan también el sonido de la carretera. Desde el punto de visto del conductor encontramos un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas, una pantalla táctil de gran tamaño con SYNC 3 compatible con Apple CarPlay y Android Auto, volante recubierto de cuero, sistema de carga inalámbrica y unas asientos calefactables con masaje en la zona lumbar que permiten un ajuste en 22 posiciones. La guinda la pone un sistema multimedia compuesto por 13 altavoces de manera estándar y 19 opcional.
En la parte mecánica los grandes protagonistas son dos bloques turboalimentados de inyección directa con distribución variable. Por un lado tenemos la opción estándar compuesta por un propulsor de 2.0 litros y cuatro cilindros que entrega una potencia de 245 caballos; por otro, un 2.7 litros con 335 caballos y un par motor de 515 Nm. Ambas opciones cuenta con sistema Start-Stop y van asociados a una caja de cambios automática de 8 relaciones.
Como es de esperar en un coche de este tipo los sistemas de seguridad y asistentes son elementos muy presentes. De entre todos nos quedamos con el control de crucero adaptativo, asistente de pre colisión con detección de peatones, sistema de ángulo muerto, asistente de mantenimiento del carril, asistente de parking y sistema de frenado automático, entre otros.
Por último, mencionar que el fabricante norteamericano ofrece una experiencia única con este modelo en lo que llama Lincoln Black Label. No solo se trata de unos materiales únicos con un diseño exclusivo, sino también de servicios gratuitos como revisiones anuales, lavado del coche o el acceso a una lista de restaurantes de alto standing.
Especialista en temas de motor y tecnología. Apasionado de la mecánica y las cuatro ruedas desde niño, ahora trato de transmitir mis experiencias a todo aquel que disfrute con el olor a gasolina, la velocidad, el placer de conducir, el diseño y el sonido de esos motores que nos ponen los pelos de punta