Conducción 17/20

Uno de los puntos fuertes del S-Max es su dinamismo. Al volante no parece un monovolumen, más bien recuerda a la agilidad de una berlina. Las suspensiones son firmes, incluso en términos de monovolumen podríamos decir que duras. La dirección contribuye a la agilidad y precisión con que el S-Max afronta los cambios de dirección.

El cambio de doble embrague Power Shift se caracteriza por una extraordinaria suavidad de funcionamiento, tanto al arrancar como en los cambios de marcha. En este sentido me ha parecido incluso más agradable que el DSG de Volkswagen, que podría considerarse la referencia. Es bastante rápido, más que de sobra para este tipo de coche, y el único inconveniente que podemos poner a su funcionamiento es un leve momento de titubeo en ocasiones si cuando se dispone a subir de relación y de pronto se pisa el freno: la electrónica tarda unos instantes en reprogramar la marcha ideal. No obstante ante la duda siempre tienda a la opción más correcta por agrado de conducción y nunca responde con brusquedad.

El motor TDCi con dos litros de cilindrada y 163 caballos, está dotado ahora de nuevos inyectores con ocho agujeros y capaces de 2.000 bares de presión frente a los 1.800 bares de la anterior versión. Tiene una respuesta excelente, muy progresiva y al mismo tiempo llena de fuerza gracias a sus 340 Newton metro que anuncia desde 2.000 revoluciones / minuto. Suave y elástico, es bastante silencioso incluso en frío. No es especialmente chupón, aunque los seis litros de media que anuncia a los 100 kilómetros se convierten en un litro más en condiciones reales bastante favorables. La marca anuncia tres décimas menos de consumo con el cambio manual que con el Power Shift probado. En definitiva, un motor recomendable por rendimiento, suavidad y buena relación consumo / prestaciones.

Seguridad 16/20

La dotación básica cuenta con todos los elementos de seguridad que se pueden esperar hoy en día en un vehículo familiar de gama alta, con controles electrónicos de estabilidad, tracción y por supuesto antibloqueo de frenos, además de una dotación compuesta por siete airbags, incluido airbag para las rodillas del conductor. Los asientos delanteros disponen de un sistema para mitigar un posible latigazo cervical y todas las plazas de las tres filas disponen de cinturones de seguridad de tres puntos, con pretensores en las plazas delanteras.

El nuevo modelo incluye además opcionalmente un sistema de aviso en adelantamientos que advierte de la presencia de vehículos en paralelo cuando se pretende realizar un cambio de carril. Una luz que se enciende en los retrovisores se enciende cuando hay otro vehículo en el ángulo muerto, y en caso de detectar el inicio de una maniobra con peligro de colisión la luz comienza a parpadear para llamar la atención del conductor.

Otras opciones interesantes son los faros bi-xenón con antiniebla que giran hasta 12 grados para alumbrar en curvas y el sistema de control de crucero adaptativo, capaz de mantener la distancia con el coche precedente incluso si este frena.

También es posible disponer de un limitador que corta la alimentación de combustible cuando se llega a una velocidad fijada por el conductor desde los mandos situados en el volante, una interesante medida de seguridad para conservar los puntos del carné en un coche que rebasa con mucha facilidad los 120 kilómetros / hora.

Confort 17/20

En una unidad súper equipada como la que tuvimos ocasión de probar la inmensa dotación opcional permite hacerse una idea de todas las posibilidades de equipamiento, pero también dificulta comprender el grado de confort con que se ofrece de serie el coche. No obstante, los materiales interiores del acabado Titanium X son tal cual los probamos, combinando Alcantara y cuero con inserciones metalizadas en las puertas y el salpicadero.Las guanteras son amplias y en el piso hay varios huecos para guardar objetos, pero desde un punto de vista eminentemente práctico la atractiva consola central tiene como contrapartida un inconveniente para comunicar las dos primeras filas de asientos... así que mamá lo tendrá un poco difícilo para echar la bronca a los niños a bordo.

Los acabados me parecieron excelentes con detalles muy bien resueltos que también se trasladan al exterior, como las luces LED de marcha diurna, el afilado parachoques delantero, el trasero con deportivo difusor aerodinámico en su parte inferior y las llantas de 18 pulgadas exclusivas de esta versión.

La comodidad de los asientos me sorprendió para bien porque suelo tener “alergia” a los asientos de Ford y sin embargo en este caso no pude sentirme más cómodo. Lo mismo pensaron los pasajeros de la segunda fila de asientos, que se pueden desplazar longitudinalmente de forma individual para dejar espacio al maletero si es necesario o a las dos plazas de la tercera fila, y que en el caso de poder retrasarse al máximo permite dimensiones de auténtico salón. La tercera fila es poco recomendable para adultos, pero el acceso si se adelanta la segunda fila es correcto y puede servir para recorridos cortos, especialmente para niños. No obstante, si lo que se busca es un coche con siete plazas de uso habitual hay que pensar en un monovolumen de mayor tamaño en el que la capacidad del maletero no se vea tan comprometida como en este al usar la tercera fila y también con mejor distancia para las cabezas de la última fila.

Ecología 14/20

Las emisiones de CO2 son de 159 gramos / kilómetro, lo que está en el límite que permite beneficiarse de un impuesto de circulación reducido del 4’75 por ciento. Cuenta con filtro de partículas diesel, aunque no dispone de sistema start-stop para detener el motor en los semáforos ni dispositivos para la recuperación de energía.

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