Es lo que las marcas denominan LCI –Life Cycle Impulse– o lo que es lo mismo, una renovación para impulsar las ventas de un determinado modelo a mitad de su vida comercial, cuando ha cumplido un ciclo. Así se explica que este nuevo BMW Serie 7 ya esté aquí, cuatro años después de que esta cuarta generación –G11/G12– viera la luz. Aunque sus imágenes oficiales se filtraron hace unos días en la red, hasta ahora los principales detalles de la renovada gran berlina de Múnich permanecían ocultos.
Tras la presentación de una nueva generación del Audi A8 y del restyling del Clase S de Mercedes, es hora de volver a la carga para un Serie 7 que no introduce demasiados cambios introducidos pero sí significativos. Muchos de ellos, saltan a la vista. Las líneas inspiradas en el BMW X7 Concept iPerformance e introducidas por los últimos Serie 5 y X5 transforman tanto el frontal como la zaga del renovado Serie 7 y le conceden también cierto parecido con el Serie 3 de última generación.
Ese nuevo ADN estético consiste básicamente en introducir unos faros y pilotos más amplios y alargados, los primeros con tecnología Matrix Láser Led –opcional– y los segundos Oled, con nuevas funciones de iluminación. Además, la parrilla delantera es extremadamente más amplia, lo que le permite presumir de un frontal 5 centímetros más alto que el modelo precedente además de lucir unos paragolpes más robustos, unas branquias laterales más marcadas y unas molduras cromadas que también ganan una presencia notable.
Esta nueva armadura, le permite al nuevo BMW Serie 7 incrementar su longitud en 2,2 centímetros pese a disponer del mismo chasis. Así, la versión normal alcanza los 5,12 metros de largo, mientras que la de batalla ampliada declara 5,26 metros. Bajo esta carrocería, nos encontramos con un habitáculo que ha introducido nuevos materiales nobles como el cuero o la madera disponible para una serie de inserciones que también pueden ser de aluminio pulido. La iluminación también se ha modificado así como el aislamiento acústico de un habitáculo con mayor número de materiales para mitigar ruidos y con unos cristales dobles de mayor grosor en las ventanillas.
Pero lo más llamativo en el habitáculo es la adopción de un cuadro de mandos digital, de 12,3 que se combina con una pantalla central de 10,25 pulgadas para ofrecer una completa visión del software BMW Operating System 7.0. Este incluye un preciso control por voz, conexión a internet y un sistema de geolocalización muy útil en caso de robos.
Respecto a las mecánicas, seguiremos encontrando las opciones de gasolina y diésel de antes. Las primeras son las 750i y M760Li, con 530, 585 caballos y las segundas las: 730d, 740d, 750d con 265, 320 y 400 caballos respectivamente. La gran novedad es la llegada del 745e, un híbrido enchufable con 394 caballos que reemplaza al 740e de 252 y que mejora su autonomía eléctrica, situándola entre los 50 y los 58 kilómetros.
El BMW Serie 7 2019 puede incluir ruedas traseras directrices y suspensión adaptativa con estabilizadoras activas en todas sus variantes y siempre de forma opcional, mientras que el cambio automático de 8 marchas Steptronic está disponible para todos de serie, así como la tracción total xDrive salvo en los 730d y 745e de batalla corta.
Este renovado Serie 7 estará a la venta en nuestro mercado esta misma primavera con unos precios que oscilarán entre los 100.000 y los 200.000 euros.
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